sábado, 22 de agosto de 2015

PIEDRITAS Y PAPELITOS EN LAS TUMBAS JUDIAS

CEMENTERIO JUDÍO DE PRAGA
En mi reciente visita al Antiguo Cementerio Judío de Praga, con 12.000 lápidas visibles y mas de 100.000 cuerpos inhumados, me resultó muy interesante por muchos motivos, llamándome la atención que sobre el borde superior de muchas de estas lápidas (matzeivot) estaban colocadas piedrecillas de pequeño tamaño y observé que muchas de ellas estaban apiladas ordenadamente.
Desconocía el simbolismo de este hecho y decidí informarme al respecto. En esta ocasión no se trataba de algo que alguna vez hubiera sabido y que hubiera olvidado.

PIEDRECILLAS SOBNE LAPIDAS
Aunque menos frecuente y más esporádicamente encontré monedas colocadas en los salientes de las lápidas.

Quise conocer el significado de esta costumbre y saber cual era su justificación y sentido religioso, si lo tenía.

Los visitantes del Antiguo Cementerio Judío de Praga, sin importar su origen o creencia religiosa pueden admirar este lugar sagrado que los judíos denominan Beth Chaim, la casa de la vida.

Esa denominación se relaciona con el mundo en el que entran los difuntos según la religión judía.

Según Leo Pavlát, desde cierta perspectiva, el cementerio judío es realmente, un lugar lleno de vida.

PIEDRECILLAS
Los judíos ponen piedrecillas encima de las lápidas. La tradición judía contempla la colocación de una piedra o guijarro sobre la lápida o tumba cuando se visita el cementerio o un enterramiento.

Sin embargo, esta costumbre, no está en la normativa religiosa, es decir, no se encuentra dentro de las leyes de avelut (duelo) que marcan lo que hay que hacer desde que una persona fallece hasta que se cumple un año del óbito y se le recuerda en adelante cada año encendiendo una luz y rezando un kadish.
Cualquiera que fuera la razón inicial, el gesto es ahora un símbolo para honrar la memoria de un muerto querido, amigo o familiar.

Hay distintas explicaciones de esta antigua costumbre. La más conocida dice que al enterrar antiguamente a los difuntos en el desierto, los miembros de la comunidad judía cubrían directamente los cuerpos con piedras, además de servir como marcador de que allí había sido realizado un enterramiento, sino también para proteger los restos de la acción de los animales salvajes hambrientos y carroñeros.
INSCRIPCIONES y SÍMBOLOS LABRADOS EN LA LÁPIDA
En el judaísmo el cuerpo es enterrado “sin ataúd o con una caja rudimentaria de madera corriente, sin adornos. El féretro es igual para todos y casi se puede decir lo mismo de la lápida”. Las tumbas denominadas Ohel son muy típicas del cementerio de Praga.
Las lápidas son como un archivo de piedra que informa sobre la vida del difunto. Informan del nombre, de las fechas biográficas, de quien era, de qué familia, de su profesión. Ciertos animales o símbolos indicaban ciertas actividades desempeñadas en vida por el difunto. Por lo general se trata de alabar al fenecido.”

“La lápida se erigía el día del Jahrzeit, es decir el día que se cumplía el primer año del deceso.”

Además, colocando estas piedrecitas se recordaba a todo el mundo que la tumba no estaba abandonada y así se trataba de impedir su profanación.

Hay una creencia, basada en el Talmud, según la cual las almas siguen morando durante un tiempo en las tumbas en las que son colocadas.

Las piedras servirían de contención a las almas hasta que se decida su destino definitivo, evitando además que salgan del lugar a donde pertenecen e impidiendo que vaguen por el mundo de los vivos, inquietándoles.

La justificación más sencilla y comúnmente aceptada consiste en que al colocar un objeto, una piedrecita, queda evidencia y demostración para los demás visitantes que alguien más ha visitado la tumba y ha honrado el recuerdo del difunto. Para otros visitantes queda así patente que el difunto ha recibido muchas visitas y que por tanto no ha sido olvidado. Es pues una acción dedicada al honor del difunto.


Es llamativo que Oskar Schindler, el industrial alemán adscrito al Partido Nacional Socialista 
LÁPIDA DE OSKAR SCHINDLER

alemán, cuyos restos están enterrados en el cementerio latino del Monte Sion de Jerusalén, que fue responsable de salvar de la deportación y del holocausto nazi a mil doscientos judíos, recibe múltiples visitas en su tumba, y allí continuamente son depositadas miles de piedrecitas como indicativo de reconocimiento, agradecimiento y de que no ha sido olvidada su benefactora acción sobre los judíos, al margen de otras consideraciones de su vida.

La dificultad de encontrar guijarros en algunos cementerios, limpios y cuidados, hace a los visitantes que aporten cada uno las piedras que desean depositar.

Dios, en la tradición judía, es conocido como La Roca de Israel y como Dios, una piedra o un guijarro es duradero y permanente. Dios es más fuerte que la muerte y su amor es infinito.

En el judaísmo, las piedras tienen un significado especial. En la Biblia, un altar, el lugar sagrado dónde se le hacen ofrendas a Dios, no es más que una pila de piedras. Cuando Abraham, siguiendo las instrucciones de Dios, ata a su hijo Isaac para el sacrificio, lo liga a una piedra, llamada Even Hashtiá, la “piedra fundacional del mundo”.

El santuario más sagrado para el judaísmo, es al fin y al cabo, una serie de piedras apiladas, el muro del segundo Templo.

Colocar una piedra en una tumba es un símbolo de esta magnitud Divina, de fuerza, amor y memoria.

La forma de colocar de las piedras no suele ser anárquica, por ejemplo en el cementerio militar de Jerusalén se pueden ver montones de piedras sobre las tumbas de los soldados caídos, a modo de pequeñas fortalezas.

Otra explicación del porqué de las piedras sobre las tumbas se basa en la inscripción que se encuentra en muchas lápidas: las cinco letras de la abreviatura hebrea “tehé nishmato/a tsrurá bitsor hajaím”: taf, nun, tsadi, bet, hei, que son generalmente traducidas como “Pueda su alma estar ligada a la vida eterna”, una frase que le desea al difunto la vida eterna.

Sin embargo, tsror (la cuarta palabra de la frase hebrea) puede también ser traducida como “piedrita”.

Este análisis implica otros matices asociados, basados en el significado histórico de las piedrecillas.

Los pastores, antiguamente, necesitaban un método para llevar las cuentas de sus rebaños. Algunos días salían a pastorear con un rebaño de treinta; otros días con un rebaño de diez; y al tercer día con cincuenta. Como la memoria no es lo suficientemente fiable para recordar el tamaño del rebaño de cada día, el pastor solía llevar una bolsita sobre su hombro que contenía el número de tsror, piedritas correspondiente al número de su rebaño. De este modo podía llevar una cuenta exacta cada día.

Cuando se ponen 
piedrecillas en la tumba, y se inscriben palabras hebreas en la piedra, se está pidiendo a Dios que guarde el alma del fallecido en su bolsa. Deseamos que Dios agregue, el nombre, la “piedrita” del alma de nuestro difunto a todas las almas por las que Dios vela.

En este sentido quiero añadir una última reflexión, cuya lectura no deja de ser algo reiterativa de lo ya expuesto y que consiste en que:

1) En el Talmud (Mishná Ediot 5.6) se encuentra una historia en la que se deposita piedras en féretro de una persona que ha muerto como símbolo del castigo que le hubiera correspondido en vida por transgredir los mandamientos, de manera que recibiría su castigo y lograría algún grado de expiación.
2) Para evitar costumbres paganas o idolátricas de otros pueblos.
3) Para dejar testimonio de que lo recuerdas y cumplir así con el deseo de Zijrono Lebraja (Z`L) Siglas que se escriben delante del nombre del fallecido, que significan "de bendita memoria o recuerdo").
4) Como símbolo de que "Dios es mi roca, mi salvación" (Maotzur yeshuati, por cierto, letras de un canto de Jánuka) o "mi fortaleza", o al mismo tiempo recordar que las rocas son los más antiguos y primigenios testigos de la Creación.
5) Como memoria de la destrucción del Templo y de que, cuando venga el Mashiaj, cada judío contribuirá al menos con una roca para la reconstrucción del Templo.

La piedra se asocia espiritualmente con la presencia de cada persona. Colocar una piedra que hemos tenido en la mano y orado sobre ella, es dejar parte de nosotros mismos cuando la depositamos en cualquier sitio. Y si es sobre una tumba es una señal de acompañamiento y que no olvidaremos a esa persona que la tenemos en nuestro corazón.


FLORES
En otras religiones y/o culturas se depositan flores en las tumbas, siendo una costumbre superponible a la de las piedras. La justificación de colocar piedras y no flores parece justificada por su mayor durabilidad y por tanto indicará que el recuerdo será más perdurable. 

Mientras que las flores simbolizan la belleza, brevedad y evanescencia de la vida, las piedras simbolizan la longevidad y duración de la memoria. Al poner una piedra en una tumba, promulgamos nuestro compromiso a largo plazo de recordar al fallecido

La práctica de enterrar a los muertos con flores es casi tan vieja como la humanidad. Hasta en las cavernas prehistóricas se han encontrado evidencias de que los muertos eran enterrados con flores. Pero las autoridades religiosas judías han puesto objeciones a la costumbre de traer flores a la tumba.

Hay algunas menciones talmúdicas de especies y ramitas usadas en entierros (Brajot 43a, Betza 6a). Sin embargo prevalece el concepto de que llevar flores al los cementerios es una costumbre pagana.

Hay algo que está de acuerdo con la antigüedad y la solidez del judaísmo en el símbolo de una piedra. En aquellos momentos en que nos enfrentamos con la fragilidad de la vida, el judaísmo nos recuerda que en medio del dolor hay permanencia. Mientras que otras cosas se desvanecen, las almas perduran

PAPELITOS DOBLADOS 
También en algunas tumbas estas piedrecitas están colocadas encima de papelitos delicadamente doblados.

Estos papelitos llevan escritos mensajes y des
eos con la esperanza de que se cumplan
PAPELITO DOBLADO CON PIEDRECILLA SOBRE LAPIDA


En ocasiones, estos papelitos están introducidos en ranuras o grietas de la piedra de las lápidas, recordandola imagen de esta misma circunstancia que se produce en el muro de las lamentaciones de Jerusalén.
PAPELITOS CON PLEGARIAS EN MURO DE LAMENTOS. JERUSALÉN

Los papelitos doblados contienen plegarias, demandas y agradecimientos y están dirigidos personalmente a Dios. 


Este mismo sentido tienen los papelitos que se introducen en las grietas del muro de las lamentaciones de Jerusalén.

La tradición de introducir un pequeño papel con una plegaria entre las rendijas del muro tiene varios siglos de antigüedad. Entre los rezos de los judíos se incluyen las fervientes súplicas a Dios para que vuelva a la tierra de Israel, el retorno de todos los exiliados judíos, la reconstrucción del templo (el tercero) y la llegada de la era mesiánica con la venida del Mesías judío.


Millones de peregrinos colocan cada año oraciones escritas en las grietas del muro occidental, también conocido como el Muro de los Lamentos o de las Lamentaciones, en Jerusalén.
MURO DE LAMENTACIONES. JERUSALÉN
Sólo en 2011 fueron 10 millones las personas que visitaron el muro occidental y muchos de ellos colocaron sus peticiones entre las piedras, sin preguntarse qué sucede cuando las grietas del muro se van llenando con esos papeles.

Según explica el rabino Samuel Rabinovich, al hombre no le está permitido destruir nada donde figure escrita ninguna referencia al nombre de Dios,.

Esos papeles con oraciones son tratados casi con el mismo respeto que los rollos de la Torá o los libros religiosos en desuso y dados los millones de escritos que se depositan continuamente en estos lugares, son retirados con cierta periodicidad, introducidos en bolsas y enterrados, para que sea la propia natural la que se encargue de degradarlos y de su destrucción.
Estos papelitos son enterrados sin que nadie los lea “porque son notas entre el hombre y su creador”

Dos veces al año se quitan los papelitos de entre las rocas y ”los obreros que hacen esta labor sacan las notas escritas sin leerlas, las ponen en bolsas, y luego las entierran en el cementerio del Monte de los Olivos.

Luis B. GUERRERO CABRERA
AGOSTO 2015

3 comentarios:

  1. Luis B. GUERRERO CABRERA, la analizado en su blog “lo que me gustaría que superas y recordaras”, www.saberyrecordar.blogspot.com.es una observación que le llamó la atención en su reciente visita al Antiguo Cementerio Judío de Praga, consistente en la “costumbre o rito” de colocar pequeñas piedrecitas y/o papelitos cuidadosamente doblados sobre las lápidas de las tumbas o en grietas de las mismas.

    Me pareció que evidentemente no se trataba de un hecho fortuito por lo que estimé oportuno conocer el origen y significado de este hecho y plasmarlo en este blog.

    En el histórico cementerio de Pére-Lachaise de París, también había observado, aunque no le dí entonces valor por lo aislado del hecho, que en algunos enterramientos judíos se producía también esta interesante circunstancia.

    Otro blog www.luisguerrerocabrera.blogspot.com.es

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